Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.

“En veinte años, la inteligencia artificial estará presente en cada proceso asistencial potenciando la relación humana, no sustituyéndola”

20/10/2025 - 15:59

“HipatIA, el comité de inteligencia artificial del Grup Assistència”, a cargo del Dr. Joaquín Martínez Montauti, Comisión de Ética Asistencial de SCIAS, y Sr. Jordi Sánchez Navinés, Director de CECOEL.

Dona de perfil amb activitat cerebral

La inteligencia artificial está cada vez más presente en los hospitales, ayudando a optimizar procesos y a tomar decisiones clínicas complejas. ¿Cuál es el objetivo principal de HipàtIA y cómo contribuye a la toma de decisiones en el ámbito asistencial?

HipatIA personifica una estructura de gobierno de la inteligencia artificial cuyo propósito es asegurar que en el Grup Assistència se utilice de manera segura, ética y transparente, siempre al servicio de las personas. Esta estructura de gobierno pretende establecer normas claras, roles y responsabilidades, así como mecanismos de supervisión que permitan aprovechar el potencial de la IA sin perder de vista la privacidad, la equidad y el cumplimiento normativo. Alcanzar este objetivo es clave para garantizar la toma de decisiones informadas en el ámbito asistencial, basadas en modelos de datos de calidad y con un sesgo mínimo –para evitar discriminaciones–, capaces de ofrecer resultados explicables, comprensibles y auditables, con una trazabilidad clara de cómo se han obtenido.

Habitualmente, la tecnología se traduce en mejoras tangibles para el paciente y para los profesionales de la salud. ¿Podrían compartir algún ejemplo concreto de IA? ¿Se utiliza ya en alguna de las empresas del Grup Assistència?

Existen muchos ejemplos de aplicación de esta tecnología con mejoras tangibles tanto para el paciente como para los profesionales de la salud. Destaca el diagnóstico por imagen asistido por IA, basado en algoritmos que analizan radiografías, TAC o resonancias y señalan anomalías en segundos. Esto agiliza el diagnóstico y ayuda a reducir errores, de manera que el tratamiento puede iniciarse antes. También, en la predicción de riesgos, la IA aplica modelos que combinan datos clínicos e historiales del paciente, anticipando reingresos o complicaciones y activando protocolos de seguimiento antes de que el problema se manifieste. Otro ejemplo es el triaje inteligente en Urgencias: a partir de la información inicial del paciente, los sistemas de IA priorizan los casos más graves y reducen los tiempos de espera, al tiempo que descargan a los equipos de tareas repetitivas. Los asistentes de voz que generan notas automáticamente durante una visita, o la creación de planes de tratamiento personalizados mediante el análisis de grandes volúmenes de evidencia y perfiles clínicos, son más ejemplos de lo que la IA puede hacer en el ámbito hospitalario.

En cuanto a la actualidad de las empresas del Grup Assistència, en el Hospital de Barcelona se ha llevado a cabo un caso muy interesante de aplicación de la IA. En la UCI se ha evaluado un sistema predictivo de insuficiencia renal aguda en pacientes críticos, denominado U-Care Renal Platform y desarrollado por la empresa U-Care Medical. En una patología en la que el tiempo es vital, los resultados preliminares indican que es posible adelantar más de 12 horas la detección de una insuficiencia renal en un paciente crítico de la UCI; por tanto, los 135 pacientes analizados pudieron evitar 6 insuficiencias renales que, sin IA, hubieran sido mucho más difíciles de prevenir.

La tarea de HipatIA es identificar todas las iniciativas que, como esta, se están desarrollando en las empresas del Grup Assistència, para incluirlas en el marco de gobernanza común y aplicarles las guías de evaluación. De este modo podremos analizar en detalle su impacto sobre los procesos, los servicios y las personas, asegurando que la tecnología es segura, ética y transparente. Al mismo tiempo, HipatIA quiere facilitar la aparición de nuevas propuestas de IA en los distintos ámbitos de nuestra organización y promover iniciativas estratégicas de IA para todo el Grup Assistència. Para conseguirlo, uno de los factores clave es la “alfabetización” del personal y la creación de una cultura de responsabilidad e innovación que fomente la reflexión y el debate ético.

Todo proyecto innovador encuentra dificultades, especialmente cuando implica nuevas tecnologías y prácticas establecidas. ¿Cuáles son los principales retos y cómo se fomenta la colaboración entre los profesionales de la salud y el equipo tecnológico para asegurar que la IA sea útil y fiable?

Los principales retos para garantizar que la IA sea útil y fiable consisten en asegurar que las soluciones de IA utilicen datos seguros y de calidad, eviten sesgos y cumplan con la normativa. Igualmente, es indispensable lograr la capacitación y la confianza de los profesionales que las utilizan, proporcionando soluciones que aumenten su capacidad y ofrezcan resultados explicables y auditables.

Por otro lado, la colaboración entre los profesionales de la salud y el equipo tecnológico se fundamenta en el establecimiento del marco ético y de gobernanza de la IA, donde se definen los roles y responsabilidades de cada parte, pero también mediante la creación de equipos multidisciplinares formados por médicos y personal sanitario, ingenieros, expertos en datos y en ética que trabajen conjuntamente en este tipo de proyectos.

La evolución de la IA y de los sistemas de información puede transformar completamente la manera en que se presta la atención sanitaria. ¿Cómo imaginan el futuro en un horizonte de diez o veinte años?

Los expertos afirman que, en un horizonte de 10 a 20 años, la IA será como la electricidad: invisible pero omnipresente en cada proceso asistencial, desde la admisión hasta el alta. Los asistentes generativos documentarán la visita mientras el profesional habla con el paciente, traducirán y explicarán los planes de tratamiento en lenguaje claro, y generarán resúmenes para que todos comprendan qué se ha decidido y por qué. Esta transformación vendrá acompañada de una interoperabilidad real. Con protocolos estándar, que hoy ya tenemos al alcance, será posible que la información fluya de manera segura entre niveles asistenciales y dispositivos, con monitorización continua y “circuitos cerrados” de mejora que alimenten modelos más precisos que los actuales. El modelo asistencial será mucho más proactivo y personalizado que el actual.

En nuestro caso, queremos que esta evolución incorpore nuestros valores. Para nosotros es irrenunciable que la tecnología potencie la relación humana y no la sustituya. Por eso, nuestro eslogan corporativo “Medicina real en un mundo digital” resume bien hacia dónde nos dirigimos: menos tiempo frente a la pantalla, más tiempo con el paciente; más y mejores datos, pero también más empatía.